Tu Alimento Diario
Salmos 66:17-19
Pues clamé a él por ayuda, lo alabé mientras hablaba. Si no hubiera confesado el pecado de mi corazón, mi Señor no me habría escuchado. ¡Pero Dios escuchó! Él prestó oídos a mi oración.
El pecado produce una barrera que te separa de Dios y Sus bendiciones.
Arrepiéntete, confiesa tus faltas al Señor, cree que por los méritos de Jesús tienes libre acceso al trono de Dios para pedir y recibir.
Ora así: Padre Dios, me arrepiento y te confieso mis pecados. ¡Perdóname! ¡Bendíceme! Te lo pido en el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Viernes!