Tu Alimento Diario
San Mateo 8:1-3
Se le acercó a Jesús un hombre enfermo de lepra, el cual se puso de rodillas delante de él y le dijo: Señor, si quieres, puedes limpiarme de mi enfermedad. Jesús lo tocó con la mano, y dijo: Quiero. ¡Queda limpio! Al momento, el leproso quedó limpio de su enfermedad.
En ese tiempo los leprosos tenían “aislamiento social obligatorio” porque la enfermedad era incurable y extremadamente contagiosa. Pero Jesús rompe esa barrera, toca al leproso quien al instante quedó sano.
Hay una “lepra espiritual”, el pecado, que te aísla de Dios, arruina tu matrimonio, te aleja de tu familia y amigos, te deja sin trabajo, hace quebrar tu negocio.
Hoy tienes la oportunidad de acercarte a Jesús y pedirle que te “limpie”, que te perdone, que te dé una nueva vida. ¡Hazlo ahora!
Ora así: Padre Dios, me acerco a Jesús para que me limpie de mis pecados, toque mi cuerpo enfermo, sane mi familia, prospere mi trabajo. Te lo pido en el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Domingo!