Tu Alimento Diario
San Juan 3:5-8
Jesús le contestó: Te digo la verdad, nadie puede entrar en el reino de Dios si no nace de agua y del Espíritu. El ser humano solo puede reproducir la vida humana, pero la vida espiritual nace del Espíritu Santo. Así que no te sorprendas cuando digo: “Tienen que nacer de nuevo”. El viento sopla hacia donde quiere. De la misma manera que oyes el viento pero no sabes de dónde viene ni adónde va, tampoco puedes explicar cómo las personas nacen del Espíritu.
Jesús le dijo que tenía que nacer de nuevo a un religioso, a un maestro judío. Es que todos necesitamos una nueva vida que solo el Espíritu de Dios puede darnos.
Cuando aceptás que Jesús murió por tus pecados y resucitó para que tengás vida, nacés de nuevo, aunque no podás entender ni explicar cómo.
Desde ese momento sos hijo de Dios, parte de Su familia, de Su reino, y tenés ¡vida eterna! Aunque tu cuerpo siga igual, con los mismos dolores, aunque tu alma siga con temores y reacciones malas, vas a ir creciendo y el mismo Espíritu renovará tu cuerpo y cambiará tu alma.
Orá así: Padre Dios, acepto que Jesús murió para darme vida, y lo recibo en mi corazón, y aunque no entiendo cómo, Su Espíritu me hace nacer de nuevo. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Viernes!