Tu Alimento Diario
San Juan 8:34-36
Jesús contestó: Les digo la verdad, todo el que comete pecado es esclavo del pecado. Un esclavo no es un miembro permanente de la familia, pero un hijo sí forma parte de la familia para siempre. Así que, si el Hijo los hace libres, ustedes son verdaderamente libres.
¡Cuántas veces escuchaste decir que seguir a Dios te quita libertad! En realidad es al revés. Es el pecado en todas sus manifestaciones, droga, alcohol, pornografía, adulterio, egoísmo, rencor, lo que te hace esclavo, y termina destruyendo tu cuerpo, tu mente, tu familia.
Y lo peor de todo es que el pecado también rompe la relación con Dios.
Para ser “hijo” del Padre y disfrutar de todas sus bendiciones, necesitas ser libre del pecado, y solamente Jesús puede hacerlo.
Pide ahora perdón al Señor, y que Su poder te haga realmente libre.
Ora así: Padre Dios, necesito ser verdaderamente libre por Jesús, y por eso renuncio a todo pecado que me esclaviza, te pido que me perdones y me liberes de todo mal. Acéptame como tu hijo y restaura mi vida y familia. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Martes!