Tu Alimento Diario
Salmos 63:1, 2.
Dios, Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de Ti, mi cuerpo te anhela, en tierra seca y árida donde no hay aguas, para ver tu gloria y tu poder.
Al llegar la noche e irte a dormir, si estuviste pensando todo el día en los problemas, en lo “árida y seca que está la tierra”, te cuesta conciliar el sueño y descansar.
Para afrontar el día con fuerzas, comienza desde temprano buscando y confiando en Dios, “bebiendo” de Su Espíritu, alimentándote de Su Palabra, en lugar de debilitarte escuchando otras voces. Solo así tu alma tendrá vida, tu cuerpo estará fuerte, y verás la gloria y el poder de Dios actuando cotidianamente.
Ora así: Padre Dios me fortalezco en tu Palabra, es la opción que decido escuchar ante la dificultad. Recibo tu Poder para enfrentar cada desafío. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Martes!