Tu Alimento Diario
Cristo nos liberó de la maldición cuando fue crucificado,
para que la bendición nos alcanzase.
Gálatas 3:13-14
El pecado trae maldición incluso para la familia. Si hubo infidelidad y divorcio en los padres, esta conducta puede repetirse en los hijos. Los vicios, pobreza, mentiras, se van transmitiendo por generaciones. Hay familias marcadas por las tragedias y las enfermedades.
Cristo no solo cargó con tu pecado sino con las maldiciones que trae a tu vida. Transfiere todo lo malo a Jesús y absorbe todas las bendiciones que dejó para ti y tu familia.
Ora así: Padre Dios, creo en tu Palabra, por eso ahora te pido perdón por mis pecados y rechazo toda maldición que afectó mi vida y familia, y declaro que por el sacrificio de Cristo quedan canceladas y activo las bendiciones. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Jueves!