Tu Alimento Diario
Éxodo 2: 12-15
Entonces Moisés miró a todos lados para asegurarse de que nadie lo observaba, y mató al egipcio y escondió el cuerpo en la arena. Al día siguiente, cuando Moisés salió de nuevo a visitar a los de su pueblo, vio a dos hebreos peleando. ¿Por qué le pegas a tu amigo? le preguntó Moisés al que había empezado la pelea. El hombre le contestó:¿Quién te nombró para ser nuestro príncipe y juez? ¿Vas a matarme como mataste ayer al egipcio? Entonces Moisés se asustó y pensó: «Todos saben lo que hice». Efectivamente, el faraón se enteró de lo que había ocurrido y trató de matar a Moisés; pero él huyó del faraón y se fue a vivir a la tierra de Madián.
Moisés deseaba ayudar a su pueblo, pero al hacerlo a su manera, se equivocó y perdió todo lo que tenía. Finalmente, 40 años más tarde, sobrenaturalmente liberó a aquel pueblo de la esclavitud.
Cuando actúas naturalmente, a tu manera, quedas expuesto a un mal resultado, pero Dios puede transformar tu peor derrota en victoria.
Ora así: Padre Dios, reconozco que por actuar según mis pensamientos, he perdido mucho. Decido hacerlo ahora a tu manera y te pido tu guía y poder. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Jueves!