Tu Alimento Diario
San Mateo 12:35-37
De lo que abunda en el corazón, habla la boca. El hombre bueno dice cosas buenas porque el bien está en él, y el hombre malo dice cosas malas porque el mal está en él. Y yo les digo que en el día del juicio todos tendrán que dar cuenta de cualquier palabra inútil que hayan pronunciado. Pues por tus propias palabras serás juzgado, y declarado inocente o culpable.
Es posible un cambio en tu vida, pero para ello necesitas un cambio en tu manera de hablar, y antes de ello, un cambio en tu corazón, en tu mente, y en tu espíritu.
Cuando tu interior no está bien, tus palabras son negativas, hay crítica constante, burla innecesaria, que destruyen a los que te escuchan y te condenan; mientras que cuando tu interior está lleno de Jesús, tus palabras son de aliento, de consuelo, de edificación para los demás, y serán las que te absolverán.
Pide a Dios que cambie tu corazón, para que tu vocabulario sea de bendición. Siempre estás a tiempo de ser transformado.
Ora así: Padre Dios, reconozco que muchas veces mi lenguaje no es apropiado, que no salen palabras buenas de mi boca; y por eso ahora te entrego mi corazón, para que lo renueves, lo limpies, lo sanes. Te lo pido en el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Lunes!