Tu Alimento Diario
Salmos 30:10-12
«Escúchame, Señor, y ten misericordia de mí; ayúdame, oh Señor. Tú cambiaste mi duelo en alegre danza; me quitaste la ropa de luto y me vestiste de alegría, para que yo te cante alabanzas y no me quede callado. Oh Señor, mi Dios, ¡por siempre te daré gracias!»
No esperes que todo esté bien para dar gracias a Dios. Cree que Él ya escuchó tu oración y tendrá misericordia de ti.
Deja de lamentarte por lo que te falta, por lo que perdiste, entrega tus cargas al Señor; ten fe y comienza cada día dando gracias, con alegría, cantando, lleno de las fuerzas del Espíritu Santo.
Ora así: Padre Dios, renuncio a quejarme y lamentarme. Te agradezco por todo lo que tengo y por lo que me darás. Pongo mi vida en tus manos, creyendo que cuidarás de mí. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Martes!
Comparte este Alimento Diario.