Tu Alimento Diario
San Juan 10:25-28
Jesús les contestó: Yo ya les dije, y ustedes no me creen. La prueba es la obra que hago en nombre de mi Padre, pero ustedes no me creen porque no son mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco, y ellas me siguen. Les doy vida eterna, y nunca perecerán. Nadie puede quitármelas.
Jesús se llama a sí mismo “pastor” y a sus hijos “ovejas”. La oveja confía ciegamente en su pastor, sabe que la llevará por caminos seguros, le proveerá su alimento, sanará sus heridas. Solo tiene que seguirlo.
Hay dos tipos de personas, las que reconocen, escuchan y siguen a “El Pastor” y las que no.
Decide entregar tu vida en las manos de Jesús y en momentos de luchas y tormentas nadie te podrá quitar Su protección, y ademas te ofrece vida eterna en el Cielo.
Ora así: Señor, te acepto como mi pastor, para escuchar tu Voz cada día y seguirte. Pongo mi vida en tus manos, confiando en que me librarás de todo mal, me protegerás y sostendrás mi casa. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Martes!