Tu Alimento Diario
Deuteronomio 30:11-14
Este mandato que te entrego hoy no es demasiado difícil para ti ni está fuera de tu alcance. Está en tus labios y en tu corazón para que puedas obedecerlo.
Todas las bendiciones y la abundante provisión de Dios, están al alcance de tu mano, pero tienes que estar dispuesto a que Su Palabra llegue a tu corazón, comiences a declararla con tu boca, y a obedecerla con tus acciones.
Ora así: Padre Dios gracias por recordarme que no es difícil obedecerte. Decido que tus Palabras siempre estén en mis labios y guardadas en mi corazón para hacer tu voluntad, para que todas tus bendiciones me alcancen. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Martes!