Tu Alimento Diario
Eclesiastés 3:1
«Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.»
El retraso que hoy produce inquietud, es la preparación necesaria para la bendición de mañana; el “silencio” de Dios en responderte cuando quisieras, es para aprender a esperar el tiempo justo.
`Ora así:` Padre Dios, recibo tranquilidad al saber que escuchaste mi pedido, para contestarme a su hora. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Lunes!