Tu Alimento Diario
Salmos 118: 5-6
En mi angustia oré al Señor, y me respondió y liberó. El Señor está de mi parte, por tanto, no temeré. ¿Qué me puede hacer un simple mortal?
Cuando algo inesperado llega a tu vida, una mala noticia, un telegrama de suspensión o despido, una enfermedad, una deuda, una crisis familiar; cuando no encuentras la salida y todos los caminos parece que están cerrados, clama a Dios creyendo que está de tu parte y cambiará tu temor en confianza.
Aférrarte y lee esta Promesa, hasta que estés convencido que Dios te responderá y liberará.
Ora así: Padre Dios, necesito tu ayuda. Te entrego esta carga creyendo que esta Promesa se cumplirá en mi vida. Renuncio al temor y recibo fe y esperanza. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Domingo!