Tu Alimento Diario

Salmos 81:11-14

«Pero mi pueblo no quiso escuchar; no quiso que estuviera cerca. Así que dejé que siguiera sus tercos deseos y que viviera según sus propias ideas. ¡Oh, si mi pueblo me escuchara, si me siguiera y caminara por mis senderos! ¡Qué rápido sometería a sus adversarios! ¡Qué pronto pondría mis manos sobre sus enemigos!»

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Al igual que en aquel tiempo, hoy tampoco la gente quiere escuchar los Consejos de Dios y por eso quedan sometidos a las consecuencias de seguir sus tercos deseos.

Guarda cada Palabra de Dios que recibes diariamente, aplícala en tu vida y rápidamente allanará tu camino, quitará todo obstáculo, te conducirá a la victoria.

Ora así: Padre Dios, te pido perdón por haber seguido mis tercos deseos. Hoy dispongo mi corazón para escuchar tus Consejos, hacer tu Voluntad; confiando en que pronto se manifestará tu Bendición en mi vida. En el Nombre de Jesús, amén.

¡Bendecido Jueves!