Tu Alimento Diario
Jonás 2:5-7
Me hundí bajo las olas y las aguas se cerraron sobre mí; las algas se enredaban en mi cabeza. Me hundí hasta las raíces de las montañas. Me quedé preso en la tierra, cuyas puertas se cierran para siempre. Pero tú, Señor mi Dios, ¡me arrebataste de las garras de la muerte! Cuando la vida se me escapaba, recordé al Señor. Elevé mi oración sincera hacia ti.
Así como Dios libró a Jonás cuando estaba hundido, encerrado, enredado, preso, como aplastado por una montaña, sin fuerzas para luchar, sin ninguna posibilidad de escapar, ¡Dios también va a salvarte a ti!
Haz lo que hizo Jonás, eleva una oración sincera al Cielo.
Ora así: Señor me siento aplastado por los problemas, como Jonás, pero clamo por tu ayuda. ¡Sálvame! ¡Rescátame! Te lo pido en el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Miércoles!