Tu Alimento Diario
Salmos 73:21-24
Yo estuve lleno de amargura y en mi corazón sentía dolor, porque era un necio que no entendía; ¡era ante ti igual que una bestia! Sin embargo, siempre he estado contigo. Me has tomado de la mano derecha, me has dirigido con tus consejos y al final me recibirás con honores.
Cuando la amargura, el rencor, el dolor, llenan tu corazón, por injusticias sufridas, traiciones, rechazo; afloran sentimientos de venganza que te asemejan a una bestia.
Entrega tu causa en manos de Dios, pon en sus manos ese problema, déjate guiar, aconsejar, sanar, para que tu futuro sea exitoso.
Ora así: Padre Dios, perdóname por haber dejado que el rencor y la amargura vengan a mi vida. Me despojo de todo ese mal, y me pongo en tus manos para que me consueles, sanes, bendigas, guies. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Martes!