Tu Alimento Diario

1 Pedro 2:22-24

Él nunca pecó y jamás engañó a nadie. No respondía cuando lo insultaban ni amenazaba con vengarse cuando sufría. Dejaba su causa en manos de Dios, quien siempre juzga con justicia. Él mismo cargó nuestros pecados sobre su cuerpo en la cruz, para que nosotros podamos estar muertos al pecado y vivir para lo que es recto. Por sus heridas, ustedes son sanados.

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El Apóstol Pedro hace una síntesis del propósito de la muerte y resurrección de Jesús. Todo lo que necesitas ya está hecho, solo tienes que sacarlo del depósito del Cielo: recibe perdón de tus pecados y una nueva vida recta delante de Él, declara la sanidad para tu cuerpo y mente, busca la bendición que necesitas cada día.

Con tus palabras de fe extrae lo que ya está depositado.

Ora así: Padre Dios, creo que Jesús dio su vida para que mis pecados sean perdonados, para tener una nueva vida, creo que se hizo pobre para prosperarme, que cargó con todos mis dolores y que por sus llagas ya he sido sanado. De acuerdo a tu Palabra hoy declaro que tengo todas estas bendiciones. En el Nombre de Jesús, amén.

¡Bendecido Lunes!