Tu Alimento Diario
San Marcos 2: 3-5
Llegaron cuatro hombres cargando a un paralítico en una camilla. Como no podían llevarlo hasta Jesús debido a la multitud, abrieron un agujero en el techo, encima de donde estaba Jesús. Luego bajaron al hombre en la camilla, justo delante de Jesús. Al ver la fe de ellos, Jesús le dijo al paralítico: Hijo mío, tus pecados son perdonados.
Había un techo que separaba a aquel lisiado del milagro. Pero nada impidió a aquellos hombres para que su amigo finalmente sea sanado.
No le pongas techo a tu fe, no limites el poder de Dios. Hoy estás “cargando” con tu trabajo o negocio, con una enfermedad o problema familiar; sin saber cómo resolverlo. Rompe el techo de la incredulidad, acércate a Dios con fe, no te detengas aunque el camino parezca obstruido. No solo recibirás el milagro; tus pecados también serán perdonados y te reconciliarás para siempre con tu Padre.
Ora así: Padre Dios, reconozco que me cuesta romper las limitaciones, pero al leer tu Palabra creo que todo es posible. Avanzo en fe hacia el milagro y recibo tu perdón por mis pecados. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Sábado!