Tu Alimento Diario
2 Reyes 4:39-41
“Entonces uno de los jóvenes fue al campo a recoger hierbas y regresó con el bolsillo lleno de calabazas silvestres. Las cortó en tiras y las puso en la olla, sin darse cuenta de que eran venenosas. Sirvieron un poco del guisado a los hombres, quienes después de comer uno o dos bocados, gritaron: «¡Hombre de Dios, este guisado está envenenado!». Así que no quisieron comerlo. Eliseo les dijo: «Tráiganme un poco de harina». Entonces la arrojó en la olla y dijo: «Ahora está bien, sigan comiendo». Y ya no les hizo daño.”
Invertiste tiempo, esfuerzo, dinero, en un proyecto con la expectativa que iría bien, pero todo fracasó. Fue como si “el guisado estuviese envenenado”.
Dios siempre tiene la solución. Pídele ayuda, busca a un “hombre de Dios” que te oriente, y lo que hasta hoy estaba envenenado, mañana será de bendición.
`Ora así:` Padre Dios, por tu Palabra, creo que puedes cambiar lo malo en bueno, la muerte en vida abundante; por eso pongo mi vida en tus manos, y busco ayuda. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Jueves!