Tu Alimento Diario
Salmos 91:6-11
«No temas a la enfermedad que acecha en la oscuridad, ni a la catástrofe que estalla al mediodía. Si haces al Señor tu refugio y al Altísimo tu resguardo, ningún mal te conquistará; ninguna plaga se acercará a tu hogar. Pues él ordenará a sus ángeles que te protejan por donde vayas.»
¿Cómo activar estas extraordinarias promesas de Dios?
Sencillo, reconócelo como el “Señor”, el amo de tu vida. Confía totalmente en Él, haciéndolo tu refugio y resguardo. Cree que sus ángeles te protegerán dondequiera que vayas.
Ora así: Padre Dios te reconozco como mi Señor, mi refugio, mi resguardo. Recibo estas promesas creyendo que ningún mal tocará mi casa. Lo declaro en el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Domingo!