Tu Alimento Diario
Salmos 16:2
Le dije al Señor: «¡Tú eres mi dueño! Todo lo bueno que tengo proviene de Ti».
El rey David había llegado a la cima, era famoso, tenía poder, su nación había sido prosperada en extremo. Sin embargo, atribuyó a Dios todos sus éxitos y reconoció que todo lo bueno que tenía era de Dios.
Tú también se humilde, agradece a Dios cada día, recibe sabiduría espiritual para seguir avanzando, y cuando conquistes tus sueños, reconoce que todo lo bueno vino del Cielo.
Ora así: Padre Dios, gracias por añadir cada día tus bendiciones. Puedo caminar tranquilo sabiendo que me cuidas. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Domingo!