Tu Alimento Diario
San Juan 1:29
Juan vio que Jesús se le acercaba y dijo: «¡Miren! ¡El Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!»
En la primera Pascua, Moisés ordenó pintar con la sangre de corderos las puertas de las casas de quienes estaban en esclavitud por el imperio Egipcio.
Hoy Jesús es ese “cordero”, para que pases de la esclavitud del pecado a libertad, del reino de las tinieblas al de la Luz, de muerte espiritual a vida eterna.
Que esta pascua sea más que una celebración “histórica”, sino una experiencia espiritual, entregando tu vida a Jesús, creyendo que su cuerpo sufrió para que seas sanado integralmente, que derramó su sangre para que seas salvo de las consecuencias de tus pecados.
Ora así: Padre Dios, gracias por enviar a tu Hijo, el Cordero, para liberarme, sanarme, salvarme. Hoy celebro al saber que mi vida, mi familia, mi economía, comienzan a disfrutar de una profunda libertad por obra de Jesús. Amén!
¡Felices Pascuas!