Tu Alimento Diario
1 Timoteo 2:1-3
En primer lugar, te ruego que ores por todos los seres humanos. Pídele a Dios que los ayude; intercede en su favor, y da gracias por ellos. Ora de ese modo por los reyes y por todos los que están en autoridad, para que podamos tener una vida pacífica y tranquila, caracterizada por la devoción a Dios y la dignidad. Esto es bueno y le agrada a Dios nuestro Salvador.
Pablo le enseña a su discípulo Timoteo a orar por todos, pero especialmente por los gobernantes.
Haz tú lo mismo, incluso por aquellos que no son de tu agrado, porque si a ellos les va bien, viviremos en paz y tranquilidad, nos llevaremos bien entre nosotros y vamos a agradar a Dios como nación.
Ora así: Padre, perdona nuestros pecados y el de nuestros gobernantes. Pido tu bendición sobre nuestro presidente, gobernador, intendente, sus equipos; te pido por el poder legislativo, y también por nuestros jueces; para que haya paz y prosperidad en nuestra tierra, y seamos una nación que te agrade. En el Nombre de Jesus, amén.
¡Bendecido Miércoles!