Tu Alimento Diario
San Marcos 4:37-39
Se desató una tormenta feroz y olas violentas entraban en la barca, la cual empezó a llenarse de agua. Jesús estaba dormido en la parte posterior de la barca, con la cabeza recostada en una almohada. Los discípulos lo despertaron: «¡Maestro! ¿No te importa que nos ahoguemos?», gritaron. Cuando Jesús se despertó, reprendió al viento y dijo a las olas: «¡Silencio! ¡Cálmense!». De repente, el viento se detuvo y hubo una gran calma.»
El “carpintero” tuvo que ayudar a atravesar un lago embravecido, a experimentados “pescadores”, asustados por las olas y el viento.
Para superar las tormentas de la vida necesitas más que oficio y experiencia. Pide ayuda a Jesús, descansa como hacía Él, atraviesa la tempestad y llega a tu destino.
Ora así: Padre Dios gracias por alimentar mi fe. En medio de mis pruebas confío que con tu ayuda llegaré a buen puerto. En el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Jueves!
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