Tu Alimento Diario
San Juan 19:17-19
Él, cargando su propia cruz, fue al sitio llamado Lugar de la Calavera (en hebreo, Gólgota). Allí lo clavaron en la cruz. También crucificaron a otros dos con él, uno a cada lado, y a Jesús, en medio.
En aquella Pascua Jesús fue crucificado, pasando por una muerte horrible, a la que él mismo se entregó, porque alguien sin mancha tenía que pagar el precio del pecado de toda la humanidad.
La cruz era lo más terrible y espantoso que le podía suceder a una persona. Pero Jesús la transformó en el símbolo del amor, del perdón, de la salvación, el símbolo más famoso de la historia, para que todo aquél que mire con fe esa cruz, no se pierda, sino que tenga vida eterna.
Ora así: Padre Dios, te doy gracias por haber enviado a Jesús a dar su vida para salvar la mía. Clavo en la cruz de Jesús todos mis pecados, y recibo salvación, perdón y vida eterna porque creo que Jesús ocupó mi lugar. En Su Nombre, Amén.
¡Bendecido Viernes Santo!