Tu Alimento diario
Proverbios 1:20-25
“La sabiduría se deja oír por calles y avenidas. Por las esquinas más transitadas y en los lugares más concurridos se le oye decir con insistencia: «Ustedes, jovencitos sin experiencia, enamorados de su propia ignorancia; malcriados, que parecen muy contentos con su mala educación, ¿seguirán siendo siempre así? Y ustedes, los ignorantes, ¿seguirán odiando el conocimiento? ¡Háganme caso cuando los instruya! Así compartiré con ustedes mis enseñanzas y pensamientos. Yo los llamo, pero ustedes no me responden; les hago señas, pero ustedes no me hacen caso. Rechazan todos mis consejos, y desobedecen mis regaños.”
Dios y la sabiduría van de la mano. Por eso lo primero que hace una persona sabia es buscar a Dios.
Durante el día escuchas mil voces, pero solo una Voz edificará tu vida, traerá paz a tu casa, te dará la sabiduría para que sepas qué hacer, cómo hacerlo y fundamentalmente en qué momento.
Cuando la ciencia no te da todas las respuestas que necesitas, la “Sabiduría de arriba” te está hablando y llamando, para que prepares el corazón y permitas entrar a Jesús en tu vida. ¡Hazlo ahora mismo!
Ora así: Padre Dios, entiendo que estás hablando a toda la humanidad pero pocos quieren escucharte. Hoy me humillo y dispongo mi corazón para recibirte y junto a Ti también recibir esa sabiduría prometida. Te lo pido en el Nombre de Jesús, amén.
¡Bendecido Jueves!